Páginas de Demetrio Calle Martínez

 

PARQUE NATURAL DE LAS SIERRAS DE CAZORLA, SEGURA Y LAS VILLAS

1.   SITUACIÓN Y SUPERFICIE

El área ocupada por las sierras de Cazorla y Segura, se localiza en la provincia de Jaén, en su porción nororiental, constituyendo en su conjunto una gran área montañosa, de relieve movido, a causa del entrecruzamiento de diversas cadenas montañosas, y lugar de afloramiento de numerosos ríos, que verterán sus aguas al At1ántico o al Mediterráneo.

La superficie del Parque Natural es de 214.000 ha, lo que lo sitúa en primer lugar en cuanto a extensión de todas las zonas protegidas del continente europeo. Su perímetro tiene una longitud de 450 km.

 

2.   OROGRAFÍA E HIDROGRAFÍA

La orografía de la zona es muy abrupta, estando constituida por alineaciones montañosas calizas, con abundantes roquedos de ladera e impresionantes cortados. Los altos páramos y los numero­sos valles fluviales existentes, conforman una orografía áspera y complicada. Las alineaciones montañosas más significativas son las sie­rras de Segura, de Beas, de Las Villas, de Cazorla, de Quesada, del Pozo y de la Cabrilla, todas ellas en la Cordillera Subbética.

La diferencia en altitud, es muy notable, siendo la máxima cota alcanzada, la del pico de las Empanadas (2.107 m), y la mínima (de 600 m) aguas abajo del embalse del Tranco de Beas.

La red hidrográfica aparece distribuida entre las cuencas de los dos grandes ríos que nacen en estas Sierras, ocupando la del río Guadalquivir el 71,4 % de la superficie total y la del Segura el 28’6% restante. Entre los afluentes del Guadalquivir merecen destacarse los ríos Borosa y Aguamulas y los arroyos de Linarejos, Aguarrocín, Espumaredas, Canalejas, Montero y Martín, que tienen su curso den­tro del ámbito geográfico considerado y los ríos Guadalimar y Guadiana Menor que los limitan por el Norte y el Sur respectivamente. De las del Segura destacan los ríos Madera, en el interior, y Zumeta que lo contornea por el Este.

Asimismo, en el interior de las sierras existen los embalses de: El Tranco de Beas (500 millones de m3 de capacidad), La Bo­lera (56 millones), Aguaderohondo, Las Anchuricas, La Vieja y Aguas Negras, estos últimos de menor capacidad.

Como zona húmeda natural, merece citarse la Laguna de Valdeazores, en una quebrada natural consolidada mediante obra de fábrica.

 

3.   CLIMATOLOGÍA

Dada la extensión y variabilidad orográfica de la zona, su climatología aparece afectada por una notable diversidad a nivel tanto macroclimático como meso y microclimático.

Tomando como estación media, la localizada en la Fuente del Oso, casa forestal situada a 1.180 m, y con orientación E, pueden establecerse los siguientes datos climáticos:

Temperatura media anual: 13,5 oC.

Presión atmosférica media anual: 690 mm.

Humedad relativa media anual: 50 %

Vientos dominantes: generalmente flojos, predominando los del sudeste (solano) y los del noroeste (cierzo)

Días soleados: 266 días anuales.

Pluviosidad media anual: 1.209 mm.

La característica más interesante del anterior cuadro climático, la constituye sin duda la abundante precipitación, que con­trasta con su localizací6n geográfica latitudinal, y comparativa­mente, con las precipitaciones reinantes en las regiones limítrofes. La entidad de estas precipitaciones, aparece sin embargo irregularmente distribuida, con concentraci6n invernal, y sequía estival absoluta durante los meses de Junio a Septiembre inclusi­ve, que conducen a un índice de peligrosidad de incendios forestales extremadamente grave.

 

4.      VEGETACIÓN

La vegetaci6n y flora de las áreas naturales encuadradas en el macizo Cazorla-Segura, constituyen sin duda uno de sus más preciados valores, reconocido en el ámbito internacional, como lo demues­tran los ya numerosos trabajos de investigación llevados a cabo en la zona.

Entre las numerosas especies endémicas o de distribución restringida que pueden encontrarse citaremos: Viola cazorlensis, sin du­da la mas conocida e interesante de todas, Psilotricum reverchonii, Geranium cazorlanum, Aquilegia cazorlensis, Narcissus hedraeanthus, Lonicera esplendida, Lonicera arborea, Prunus prostata, Narcissus longispathus, Crataegus laciniata, Erinacea anthyllis y Pinguicula vallisnerifolia.

Otro grupo de plantas lo constituyen aquellas que participan en for­maciones vegetales características de regiones europeas mucho más septentrionales y que pueden considerarse como representantes relictuales en las zonas montañosas más altas del sur de la Península Ibérica como Cazorla-Segura. Entre ellas podernos citar: Taxus baccata, Ilex aquifolium, Viburnum lantana, Evonymus latifolius, Amelanchier ovalis, Sorbus domestica, Juniperus communis, Juniperus sabina, Arctostaphylos uva-ursi y Prunus maha1eb.

La principal asociaci6n vegetal lo constituye el bosque de coníferas constituido por tres tipos de pinar que mantienen un carácter bien definido en cuanto a su ubicación altitudinal y espe­cie dominante, aunque en ocasiones bien por factores climáticos, bien edáficos, se encuentran entremezclados. Estos bosques son:

Bosque de Pinus halepensis: básicamente ocupa la zona comprendida entre 600 y 850 m y algunas otras a mayor altitud pero con un notable índice xerotérmico. Como especie dominante, aparece el pino carrasco, dándose con frecuencia Quercus ilex, siendo las especies propias del sotobosque Pistacia lentiscus, Quercus coccifera, Rosmarinus officinalis, Cistus salviaefolius, entre otras.

Bosque de Pinus pinaster: Localizado entre 850-1.200 m junto a la especie dominante (P. pinaster) aparecen numerosos pies sueltos de Quercus ilex, Quercus faginea, Acer granatensis, Fraxinus angustifolia (en riberas), etc. El sotobosque está constituido entre otras por Rosmarinus officinalis, Pistacia te­rebinthus, Cistus albidus, Daphne gnidium, Juniperus oxycedrus, Quercus coccifera.

Bosque de Pinus nigra: Se sitúa entre los 1.200 y 1.850 m siendo  Pinus nigra la especie dominante. En el sotobosque abundan las rosáceas: Amelanchier ovalis, Crataegus monogyna, Prunus mahaleb, Rosa spp. , etc., junto a Acer granatensis, Sorbus spp. , etc.

Por encima de este tipo de bosque encontramos en determina­das zonas con mayor o menor extensión y generalmente llanas, pastizales de composici6n f1orística variada y en la que aparecen especies leñosas diversas predominando las rosáceas (Rosa, Crataegus) junto a leguminosas (Genista) y labiadas (Thymus).

Entre estas masas forestales de pinar aparecen bosquetes o manchas de quercíneas en el que entran a formar parte Quercus ilex y Quercus faginea a las que acompañan Arbutus unedo, Sorbus terminalis, Phyllirea latifolia, Viburnum tinus, Juniperus oxycedrus.

 

5.   FAUNA

La fauna existente constituye sin duda una de sus riquezas biológicas más significa­das y factor concluyente del interés suscitado por el mismo, tan­to por su variedad y entidad alcanzada por las poblaciones relictas de algunas especies singulares que el aislamiento de la zona -y la escasa perturbación (en general) del bioma han permitido conservar.

La compleja orografía de la zona, así como su notable super­ficie permite la presencia de una amplia diversidad de biotopos, lo que sin duda repercute favorablemente en la entidad de la población zoológica, existente. De manera resumida pueden establecerse los siguientes biotopos:

- Biotopo rupícola. Constituido por los cortados, roquedos, peñones y cresterías, que ocupando los niveles superiores del área o sobresaliendo de entre las masas boscosas, dan refugio a numerosas especies. Entre las especies características de este biotopo encontramos: Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), Aguila real (Aquila crysaetos), Buitre leonado (Gyps fulvus), Cuervo (Corvus corax), Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), Halcón (Falco peregrinus), etc., entre las aves. De los mamíferos destaca la cabra montés (Capra pyrenaica hispanica) de gran interés zoológico y cinegético, y por último cabe citar la lagartija de Valverde (Algyrioides marchii), curioso endemismo.

- Biotopo acuático. Formado por las masas de agua, tanto palustres, embalsadas y corrientes. Aparece caracterizado por la presencia de anátidas y otras aves ligadas al medio líquido: Águila pescadora (Pandion haliaetus) Garza real (Ardea cinerea), Focha común (Fulica atra), mirlo acuático (Cinclus cinclus), junto a diversos anfibios, reptiles y peces (tanto autóctonos como introducidos). De entre los mamíferos hay que señalar la presencia de la nutria (Lutra lutra).

- Biotopo forestal. Constituido por las masas forestales, pinares en su mayoría y que por su extensi6n y diversidad específica, determina la aparición de variaciones faunísticas notables, entre las que cabe citar:

Aves: Águila calzada (Hieraetus pennatus), Ratonero (Buteo buteo), Cárabo común (Strix aluco), Paloma torcaz (Columba palumbus), Pito real (Picus viridis), Pico picapinos (Dendrocopus major) Mirlo común (Turdus merula), Carbonero común (Parus major), Trepador azul (Sitta europaea), etc.

Reptiles: Lagarto ocelado (Lacerta lepida), Culebra de esca­lera (Elaphe scalaris), Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), Víbora hocicuda (Vipera latastei).

Mamíferos: Garduña (Martes foina), Comadreja (Mustela nivalis), Zorro (Vulpes vulpes), Ardilla (Sciurus vulgaris), Lir6n careto (Eliomys quercinus), Ciervo (Cervus elaphus), Gamo (Dama dama), Muflón (Ovis musimon) y Jabalí (Sus scrofa).

 

 

6.      GEOLOGÍA

Las sierras de Cazorla y Segura pertenecen al Prebético. Para una mejor comprensión de la posición que ocupa esta zona en el conjunto de las Cordilleras Béticas se hace un breve comentario de las distintas zonas que integran la Cordillera.

Con el nombre de Cordilleras Béticas se denomina a la cadena de plegamiento alpino que se extiende por el sur de la Península Ibérica y que ocupa la mayor parte de las regiones de Andalucía, Murcia y la parte septentrional de Valencia. Dentro de la Península Ibérica tiene una longitud de 600 km y una an­chura variable que supera en algunos sectores los 200 km.

Hacia el Este, bajo el Mediterráneo, las Cordilleras Béticas tienen continuidad con los materiales que constituyen las Islas Baleares y, más concretamente las islas de Ibiza y Mallorca. A través del estrecho de Gibraltar, de acuerdo con las opiniones de la mayoría de los autores, presentan cierta conti­nuidad con las cadenas alpinas del Norte de África, del Rif y del Tell.

 

División de las Cordilleras Béticas

                        Las Cordilleras Béticas se pueden dividir en las si­guientes unidades:

- Zonas Internas:

                        1.- Complejo Nevado-Filábride.

                        2.- Complejo Alpujárride.

                        3.- Complejo Maláguide.

                        4.- Dorsal Bética.

                        Algunos autores sustituye este último término y hablan de "Rondaides" (representada por la unidad de las Nieves al SE de Ronda), aun­que esta denominación es más restringida que aque­lla.

- Zonas Externas:

                        1.- Zona Prebética.

                        2.- Unidades intermedias (entre Subbético y Prebético)

                        3.- Zona Subbética.

- Zona Media o "Unidades del Campo de Gibraltar"

            Además de estas unidades, hay que considerar los mate­riales postorogénicos de relleno de las diferentes depresiones intramontañosas (Granada, Guadix, Baza, Murcia, etc.) y marginal (Depresión del Guadalquivir). Finalmente, es necesario aludir a otros materiales que tampoco están incluidos en la división an­terior y que son las rocas eruptivas del Neógeno-Cuaternario, que tienen su mayor representación en la región del Cabo de Gata (Almería).

                                                          

Características estratigráficas de la zona prebética:

            La Zona Prebética es la más externa y septentrional de las Cordilleras Béticas y comprende un conjunto de materiales mesozoicos y terciarios autóctonos y parautóctonos de facies marinas someras y a veces, continentales. Los afloramientos más occidentales se localizan en los alrededores de Jaén desde donde de un modo discontinuo siguen aflorando los materiales prebéticos hasta las inmediaciones de Jódar.

            Desde las cercanías de Pozo Alcón hasta el Cabo de la Nao, la Zona Prebética constituye una franja continua cuyas directrices varían sensiblemente. Así en el sector Cazorla-Siles las estructuras tienen una dirección que varía de NS a N 20º E. En el sector Alcaraz-Peñas de San Pedro hay una marcada inflexión, originándose un arco de convexidad hacia el Norte. Algo más hacia el Este se produce la llamada virgación de Hellín con dos ramas: una occidental NW-SE y otra oriental de directriz bética, que llega hasta el Mediterráneo.

            La Zona Prebética se hunde hacia el SW bajo los materiales neógenos de la Depresión del Guadalquivir, mientras que al Oeste limita con la Cobertera Tabular de la Meseta. El contacto meridional viene marcado por el cabalgamiento subbético, mientras que hacia el NE limita con la Cordillera Ibérica, de la que se diferencia por la distinta orientación de las directrices estructurales, ya que sus características estratigráficas son similares.

            Han sido muchos los autores que han trabajado en la Zona Prebética desde principio de siglo. Por lo general hacen divisiones cuyos límites y denominaciones no siempre coinciden entre sí. De todas ellas, la de JEREZ (1973) seguida por GARCÍA HERNÁNDEZ (1978), es la que nos parece más adecuada, donde se divide el prebético en interno y externo, basándose en criterios estratigráficos y paleo-geográficos.

            - Prebético externo: sería el área más próxima al continente durante el depósito. Está formada por materiales exclusivamente mesozoicos sobre los que descansan discordantemente los del Mioceno superior postectónico. El Trías es de facies germánicas y constituye el nivel de despegue. El Jurásico es dolomítico con episodios arcillosos y calizos y el Cretácico se caracteriza por presentar una laguna estratigráfica generalizada que comprende casi todo el Cretácico inferior. Los términos presentes de esta edad son de facies Weald, mientras que el Cretácico superior está formado por calizas y dolomías. En Andalucía, el Prebético externo aflora en la sierra de Cazorla y su estructura es de escamas vergentes hacia el noroeste (borde de la cuenca).

            - Prebético interno: se localiza en áreas que durante la sedimentación mesozoica estaban más alejadas del continente (Meseta). Presenta series estratigráficas más potentes y más completas que el Prebético externo. El Triásico y Jurásico presentan facies similares. El Jurásico terminal y todo el Cretácico muestran facies carbonatadas de medios marinos someros y mareales con episodios costeros y deltaicos con sedimentación detrítica. El Paleógeno está formado por arcillas, calizas y niveles detríticos de medios continentales.

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