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              Páginas de Demetrio Calle Martínez

RUTA POLAR ISLANDIA 2009 (Continuación)

Domingo 20 de septiembre: Skógafoss, Museo de Skógasafn,  playas de arena volcánica de Dyrhólaey, Parque Nacional Skaftafell y Svartifoss.

Sin duda todos nos despertamos pensando en una cosa: ¡aún no hemos probado el tiburón podrío! Esto no puede ser. Seguro que hoy  cambiará nuestra suerte. Lo que no ha cambiado es el tiempo: llueve mucho, hace frío y viento. Día gris.

La primera visita del día es a la cercana cascada de Skógafoss (foss significa cascada en islandés, así que decir “cascada de …”  es como repetir dos veces lo de cascada). Por la montaña cae un manto de agua impresionante y eso que estamos a finales de verano. Es una de las visitas típicas que no se pueden perder al visitar Islandia. A pesar de la persistente lluvia permanecemos un buen rato observando la espectacular cascada de 60 m de altura. Muy cerquita está el Museo Skógasafn, una de las sorpresas del viaje (ver vídeo). Es uno de esos sitios que no esperas encontrar. Se trata de un museo privado fundado en 1949, donde podréis encontrar reflejada la historia de Islandia (usos, costumbres populares, arte de la pesca…). Posee multitud de objetos antiguos que su fundador, señor þórđur Tómasson, ha ido recogiendo a lo largo de su vida. También contiene una interesantísima colección de libros antiguos. El propio Sr. Tómasson, muy agradable, nos ofrece a la llegada una pieza musical tradicional islandesa interpretada por él mismo. Hay una pequeña tienda donde comprar postales, sellos, artículos turísticos… En la planta baja hay una sección dedicada a la naturaleza islandesa digna de dedicarle un buen rato. Fuera del recinto principal hay expuestas unas casitas típicas islandesas. Llueve tanto que esta parte situada en el exterior no hemos podido disfrutarla como se merecía.

 

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Siguiendo la carretera 1 llegamos a las fantásticas playas de arena volcánica de Dyrhólaey donde se encuentra el famoso arco de piedra formado por columnas hexagonales de basalto. Cesa la lluvia y sale tímidamente el sol por lo que podemos disfrutar mejor de esta visita. Los acantilados bajo los que se encuentra el arco basáltico son lugares de cría de frailecillos pero no es la época y no los podemos ver. Esta playa está llena de piedras de todos los colores y diseños (esas por las que después nos cobran una buena pasta cuando las hacen formar parte de collares y otros adornos). En dirección al mar, a la izquierda podemos ver un pitón volcánico muy característico y a la derecha unos inmensos murallones, detrás queda el arco de basaltos columnares. Observo plantas rupícolas que crecen entre estos basaltos. Vemos restos de un frailecillo y alguna que otra puesta de tiburón (o raya) traída a la playa por el oleaje. Podéis ver vídeos de esta visita en el enlace anterior.

Fuerte oleaje en el mar. José Mª, siempre atento, tiene que ejercer de rescatador en un momento dado, un sustillo ¿verdad Jennifer?

 

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Seguimos hacia Vík por la carretera 1 y hacemos una breve parada para tomar café y ver una tienda de artículos de lana (muy buena) y souvenirs. Vuelve a llover. Seguimos por la carretera 1 atravesando campos de lava y majestuosas cascadas de Mýrdalssandur, alejándonos de la costa sur en dirección noreste tras atravesar el río Kúđafljót, uno de los más caudalosos de Islandia. Paramos para observar los glaciares de la zona Skeyđarársandur y los carteles explicativos correspondientes. Estos carteles muestran, entre otras cosas, la riada que se llevó por delante el puente que hay sobre la carretera 1. Por cierto que, como muestra la imagen, parece que Yolanda tiene algún problemilla en la vista. Habrá que estar atentos a partir de ahora.

 

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Así llegamos a la entrada del Parque Nacional Skaftafell, en el inmenso glaciar Vatnajökull*, el 3º ó 4º en extensión del mundo (según a quien le preguntes). Un mapa de la zona podéis ver aquí.  En el centro de información proyectan un audiovisual muy interesante sobre el efecto de las erupciones sobre los glaciares. Compro mapas y libros. Hacemos nuestro picnic en la zona habilitada para ello rodeados de zorzales que esperan pacientemente su turno. Por cierto, creo que a Javi González, nuestro guía-cocinero, se le ha olvidado comprar otra vez el tiburón podrío, o a  lo mejor es que nos tiene una sorpresa preparada para esta noche.

* Para más información: www.visitvatnajokull.is .

 

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                                                               Fracturas tectónicas de Islandia

                                                               (Pulsa en la imagen para ampliar)

Tras la comida nos desplazamos unos 2 km hasta el albergue de Bólti, muy típico, casi de cuento, con casitas de 4 o 6 plazas, en lo alto de un promontorio entre los glaciares Skeiđarárjökull y Skaftafellesjökull y desde donde se divisa un extenso campo de sedimentos. Estamos dentro del Parque Nacional Skaftafell** y hay una gran cantidad de senderos señalizados para poder conocerlo a fondo. Tras dejar el equipaje decidimos hacer una ruta hasta la cercana cascada de Svartifoss (“catarata negra” a 1 km del albergue), atravesando ríos y un bonito bosque de abedules enanos con sotobosque que se asemeja a los de sitios más meridionales. La cascada sale de una pared formada por columnas basálticas hexagonales***, muy espectacular. Recorrimos la pared en toda su extensión con cuidado de no resbalar pero mojándonos a base de bien al pasar por detrás del salto de agua. Podéis ver el vídeo en mi blog.

** Para más información: http://english.ust.is/Skaftafellnationalpark .

*** No lo he comentado hasta ahora pero el contorno  hexagonal de las columnas basálticas se origina en la fase de contracción que sucede a los episodios eruptivos volcánicos. A veces son tan  espectaculares y bien formados que se comparan a los órganos de las iglesias.

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Una reconfortante ducha calentita y una agradable cena (por turnos o en las cabañas, porque no cabemos todos en la cocina) a base de ensalada, salchichas, huevos, puré de patatas, zumos y fruta (otra vez se le ha olvidado a Javi el tiburón podrío, esto huele mal), preceden al repaso de todo lo acontecido durante la jornada que hacemos en nuestras cabañas antes de dormir. En la minicocina están como casi siempre Jennifer y Silvia, además de Javi, claro. Pero, ¿no habíamos puesto turnos para cocinar? Hoy me toca fregar los platos con el agua sulfurosa. José Mª, Félix y Julio, bajo una suave lluvia, aprovechan para dar las primeras indicaciones sobre el uso de los crampones que utilizaremos mañana.

 

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