CASARES y SIERRA CRESTELLINA
Descripción del itinerario
Partimos de Casares
tomando un camino asfaltado que sale a la derecha desde la misma carretera de
circunvalación de la localidad, frente al bar Laura. Está indicado con un panel explicativo de la ruta. Hay que hacer constar que
existen dos carteles que pueden llevar a confusión pues, aunque comparten buena
parte del recorrido, van a sitios diferentes.
Nosotros seguiremos la ruta denominada
“Ruta Circular nº 1, Refugio de Sierra Crestellina”
señalada a lo largo del camino con postes de madera con flechas blancas.
Tras recorrer unas decenas de metros,
encontraremos a la derecha una fuente del siglo
XVIII que suele tener agua durante buena parte del año. Continuamos por el
camino principal, atravesando un bonito bosque mediterráneo de quejigos, alcornoques, encinas, algarrobos… con matorral a base
de matagallos, genistas, jaras… Abajo, a nuestra izquierda, discurre el arroyo
Albarán. Pronto llegaremos a una captación de agua
bajo una pared. Aquí podremos encontrar zonas encharcadas y vegetación propia
de suelos con agua gran parte del año (flor de la viuda,
arvejas…).
El carril, que ya es de tierra, se estrecha
un poco pero aún es apto para vehículos. Seguimos a través de este bonito
bosque con la imponente Sierra Crestellina
al frente y a nuestra izquierda. Algunos buitres leonados nos acompañan en
nuestra travesía desde lo alto. En las oquedades de la sierra tienen sus
posaderos. El ascenso es continuo pero suave.
Empiezan a aparecer los pinos. A 3 km de la
salida, podemos acercarnos a un mirador que queda a
la derecha en un ensanche del camino, desde el que se ve Genalguacil,
al frente, y Gaucín y Benarrabá,
al fondo a la izquierda. La vista desde aquí es espectacular y merece la pena
detenerse un rato. A 3,3 km de la salida, nos encontramos en el Puerto de las
Viñas. Hay una barrera cerrada que es fácil de franquear a pie o en bici. Los
vehículos de cuatro ruedas ya no pueden proseguir a partir de este punto. Hay
una señal indicativa del sendero hacia el Refugio y otra que indica “Ruta Sierra Crestellina”. Pueden llevar a confusión pues ambas señalan
al mismo sendero pero con un ángulo diferente por lo que pudiera parecer que
hay un sendero oculto en la vegetación. No es así. Nosotros seguimos por el
sendero que asciende de frente. El sendero que queda a
la derecha, descendente, va hacia el Puerto de las Guardas. No lo
tomaremos. Hasta la barrera hemos tardado 1 hora. En bicicleta se podrá hacer
este tramo en una media hora.
Siguiendo el carril mencionado, vamos
inmersos en un bonito y denso bosque de pinos y
alcornoques que, de vez en cuando, clarea para que podamos apreciar las bonitas vistas de Sierra Crestellina
y de la localidad de Casares. Poco después, se toma el carril que continúa por
la izquierda, señalado con las flechas blancas, dejando de lado el carril que
sube a la derecha, que se adentra en Sierra Crestellina.
Desde este cruce quedan unos 3 km para llegar al
Refugio. Sólo hay que seguir el sendero, que ahora va bordeando por su base
Sierra Crestellina, quedando casi encima de nuestras
cabezas el cerro de las Chapas. Unas decenas de metros más adelante del cruce
de senderos, el bosque clarea más. Con algunos pinos y alcornoques, jaras pringosas, jarillas, retamas, genistas, matagallos…
nos acompañan durante todo el tramo. Detrás a nuestra izquierda, la imponente Sierra Bermeja con su colorido rojizo que la distingue
fácilmente de todas las sierras de alrededor. Debajo, también a nuestra
izquierda, vemos ahora mucho mejor el valle del arroyo Albarán, salpicado de
cortijos y huertos, y al frente, una impresionante vista de Casares con su castillo
en lo alto de la roca.
Pronto llegamos al Mirador
de El Castillón, perfectamente indicado en un panel,
en lo alto de un promontorio desde donde pudimos admirar el increíble paisaje.
Desandando unas decenas de metros bajamos de nuevo al cruce del sendero del Refugio, a escasos 500 m del mirador. El refugio es un sitio ideal para descansar un rato a la
sombra. Nosotros aprovechamos para comer. También es un buen sitio para
observar los buitres leonados. Hasta aquí se puede llegar andando y en bici.
Pero el resto del recorrido (descenso) solo es factible hacerlo a pié.
Ahora empieza el descenso desde el refugio.
Hay que mirar hacia abajo y buscar un carril algo escondido pero señalizado con
un poste con la flecha blanca. Este último tramo hay que recorrerlo con cuidado
por la fuerte pendiente que hay en algunos sitios y
por lo resbaladizo del terreno. En unos pocos centenares de metros descendemos
bastante, hasta el mismo arroyo Albarán y los huertos que hay en su llanura de
inundación. Una vez en el valle, siguiendo el carril, llegamos
a la carretera que nos devolverá al punto de partida.
Contando la subida
al mirador del Castillón, el recorrido total son unos 10 km que se pueden
hacer en unas 3 horas a pié sin contar las paradas. Pero, como he indicado,
merece la pena pararse varias veces a lo largo del recorrido para disfrutar
mejor de su belleza.
Este itinerario puede ser completado con
una visita detallada a la localidad de Casares, de gran interés histórico y
artístico. Aquí nació Blas Infante.
Además de las fotos
que acompañan a este texto, podéis ver más fotografías de la ruta en este enlace.
Asimismo, en mi espacio de GPS,
tenéis el recorrido con todos los datos de altitud, tiempo, perfil, etc. Y
podréis descargar la ruta completa.
Selección de imágenes citadas en el texto (Haz clic en una imagen para ampliarla)